La muerte abre sus alas, saliendo de su escondite más oscuro.
Sale nuevamente, desplegándolas como un ave rapaz esperando el momento oportuno.
Tiempo, ha pasado tiempo esperando ansiosa, porque sabe que iba a suceder, solo era cuestión de saber tener la paciencia suficiente de permanecer en las penumbras.
Noches enteras rondando, jugando cartas con el Destino y rogándole al Tiempo que apurara su mano.
Venía perdiendo, pero esta vez, fue la Muerte quien barajó las cartas. Aprovechando la charla de Tiempo y Destino se guardó un As. Repartió, y luego de un rato sonrió. Esta vez sabía que ganaría.
Terminó el juego.
Amaneció. Tomó su mejor capa, y salió de las sombras en busca del hombre.
Hasta siempre, abuelo <3
