Rosal

Si todo el dolor, al menos fuera como el rosal, cubierto de espinas, pero que al final su fruto sea algo tan bello como la rosa, pasaría por este momento con un poco más de tranquilidad, sabiendo que al final valdrá la pena... pero, la incertidumbre de no saber si luego de tanto esperar, será posible encontrar rosas en mi camino, me hace dudar y no querer seguir adelante... hoy, más que nunca, tengo miedo de que tan sólo sea una planta de cardos lo que me espera.

¿Cómo saber? Sólo se que tengo que esperar, respirar profundo y sacar el poco valor que queda en mi interior, para así poder acomodar mi cabello, limpiar las lágrimas y seguir adelante.