Angel

Hoy me doy cuenta de la soledad de mi alma. No sirvo para estar con nadie, y no es que me queje, es que al fin comprendo que tengo una tarea... tengo algo para realizar que va más allá de esta vida y de las personas que me rodean en  este momento. Si, todos estamos por algo acá, pero generalmente no nos damos cuenta del porqué... simplemente vivimos, llenamos los espacios vacíos con cosas, personas, momentos... y nunca entendemos que somos algo más que ese cúmulo de sensaciones... Muchas veces no logramos contentarnos cuando las cosas no salen como queremos, y tampoco aprendemos de nuestros errores, pero lo bueno de esos momentos es comprender, aunque sea a la larga, que las personas van pasando por la vida... que aquellas que no han de acompañarte en el cumplimiento de tu tarea se van para siempre... y así, van quedando aquellas que pueden mejorar en cierta forma lo que tienes que hacer. No es fácil, pero en esos momentos en que se aprende a estar con la companía adecuada, o solo, es cuando logras acercarte a tí.... y más aún, cuando empiezas a disfrutar de la soledad, te das cuenta de cuánto tienes por hacer todavía...